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Nuestro país vive uno de los momentos más complejos de su historia reciente. A una economía en estado crítico se suma una tragedia humana que enluta a todo el Ecuador. Como lo hemos hecho en las últimas semanas, ratificamos nuestro compromiso y solidaridad inquebrantable con los hermanos de Manabí y Esmeraldas, manteniendo nuestro espíritu de emprendimiento y ayuda para reconstruir las zonas del desastre. Nuestra responsabilidad con los ecuatorianos implica velar por una reconstrucción no sólo de las zonas destruidas sino de la economía en su conjunto en el mediano y largo plazo. Por ello, alertamos la inconveniencia del Proyecto de Ley Solidaria y de Corresponsabilidad Ciudadana por los Afectados del Terremoto, ya que su aprobación impedirá retomar la senda del crecimiento económico. El camino para la reconstrucción no es la vía impositiva, es la reactivación de la actividad económica. La nueva reforma tributaria profundizará el negativo escenario económico que vivimos desde hace varios meses. Según cifras oficiales, la recaudación del IVA registra 10 meses de decrecimiento consecutivos hasta marzo de 2016 cuando decreció en 19% frente al mismo mes del año anterior. El incremento impositivo previsto profundizará dicha tendencia porque reducirá el gasto agregado de los hogares y empresas. De hecho, el Servicio de Rentas Internas reconoció que la caída en la recaudación de este impuesto podría llegar a un 25% o 30% al cierre del año. Hasta el momento se ha anunciado la disponibilidad de fondos externos de contingencia por alrededor de $1.000 millones; en tanto que las empresas aseguradoras estiman desembolsos que bordearían los $500 millones por restitución de daños. Adicionalmente, existe una importante contribución que realizará el sector privado en su propio ámbito de acción. Todo lo anterior genera una alternativa clara a un nuevo paquete impositivo. Para superar esta crisis y reconstruir la economía se requerirá del trabajo, sacrificio y dedicación de todos. Nuevos impuestos solamente nos alejarán de estos objetivos. Es indispensable corregir las políticas públicas que han limitado un adecuado desarrollo económico, con la mirada hacia el futuro, iniciando por la reconstrucción productiva, fiscal, económica, laboral y comercial con nuevas ideas. Necesitamos alentar el consumo, la producción y el empleo, generando señales de confianza y previsibilidad para los agentes económicos, sumado a un necesario plan de acceso a fondos externos, reducción del gasto público y austeridad fiscal. “Reconstruir las zonas afectadas demanda la reconstrucción de la economía del Ecuador” |
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Comité Empresarial Ecuatoriano |
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