La Cámara de Industrias y Producción mantiene encuentros con los sectores empresariales más representativos, con la finalidad de combinar esfuerzos para enfrentar los momentos de complejidad económica que el país atraviesa. En esta ocasión, el gremio se reunió con el  sector textil y, conjuntamente con la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), analizó los temas de mayor importancia: laboral, tributario, comercio exterior, entre otros.

Richard Martínez, Presidente Ejecutivo de la CIP, mencionó que de acuerdo a una encuesta realizada a las empresas éstas están reduciendo la capacidad utilizada en comparación a su capacidad instalada; adicionalmente, existen recortes de personal; y también, han visto reducir sus exportaciones e importaciones. Asimismo, hizo referencia a que el escenario internacional cada vez más demanda una mayor participación del empresariado y eso también sucederá en 2017. Por ello, la Junta Directiva aprobó la construcción de una agenda, ligada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia 2030, que permita destrabar los problemas de productividad y competitividad.

Por su parte, Javier Díaz, Director Ejecutivo de la AITE, dijo que es necesaria la unidad de los sectores productivos, porque es un punto de partida para alcanzar metas. Expuso que la situación del sector es similar a la de los demás. Aseveró que existe una falta de liquidez, producto de la caída drástica de las ventas (30%), caída de exportaciones (18%), reducción de empleos (15%). Acotó que el contrabando es uno de los factores que más impacta de manera negativa en las ventas pues a mayor protección mayor fluidez del comercio ilegal.

Los empresarios, que fueron parte de esta cita, dijeron que el sector textil está pasando por el momento más crítico, ya que es una situación complicada y angustiante, en un ambiente en el que se genera ningún tipo de confianza para trabajar e innovar. Además, hablaron sobre la necesidad de ser más competitivos, de los altos costos de producción, de la carga tributaria, del incumplimiento de obligaciones (drawback), entre otros aspectos a nivel ambiental.

Entre los acuerdos a los que se llegó con la AITE está la participación activa del sector textil en la construcción de la agenda productiva y sostenible de cara al 2030. Además el levantamiento de información del sector en relación a las cifras más relevantes, de tal manera de contar con datos reales para elevar a las autoridades.

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