En continuación a la serie de acercamientos que ha efectuado la CIP, junto con ANFAB y AIBE, con la Asamblea Nacional para expresar los comentarios respecto al proyecto Código Orgánica de la Salud, este 21 de febrero, tuvimos la visita de los asambleístas Jorge Yunda, Poly Ugarte, Sebastián Palacios y Patricia Henríquez, quienes conforman la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional.

Los asambleístas pudieron conocer directamente los comentarios, preocupaciones y propuestas de las empresas de los sectores alimentos, medicamentos y medicina pre pagada para la elaboración del informe para segundo debate del mencionado proyecto de Código.

El Presidente Ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción, Richard Martínez, dio la bienvenida a los asistentes y sostuvo las preocupaciones centrales que se ciernen sobre este proyecto, habida cuenta que un tema como la salud genera impactos más allá de la normativa pues se está enfrentando la necesidad de mejorar las condiciones de vida de la población. Expresó que es importante contar con un compromiso mutuo de alcanzar los objetivos de política pública y recordó que parte de esto es generar un ambiente de certidumbre y confianza que genere estabilidad en las actividades del país, contraponiéndose a lo que ha sido la realidad de los años pasados en que –por ejemplo en el sector de alimentos y bebidas- se han producido constantes cambios normativos: en 4 años, 118 reformas.

El Vicepresidente de la Comisión, Jorge Yunda, aseguró que los asambleístas de la Comisión de Salud, a cargo de la depuración del proyecto, están dispuestos a escuchar las necesidades de la industria para no cometer errores que puedan ir en contra de la producción y de la población del país. Por su parte, la asambleísta Poly Ugarte reiteró la necesidad de contar con un norma sólida cuya aplicación dure en el tiempo.. Mientras, el asambleísta Sebastián Palacios, manifestó que es imperativo dialogar sobre la generación de uan norma técnica, sin posturas ideológicas.

En este espacio intervinieron representantes de los sectores, quienes brindaron detalles técnicos y estadísticos sobre su sector, así como transmitieron sus inquietudes y dieron varias recomendaciones para que sean recogidas por los legisladores presentes. Entre las principales observaciones entregadas:

  1. En el sector alimentos, a pesar de la serie de cambios normativos, hasta el momento no se ha podido medir ni presentar los resultados de las medidas adoptadas, en temas como la nutrición o el combate a las enfermedad no transmisibles.
  2. El proyecto contiene términos y definiciones que carecen de sentido lógico y sustento científico (i.e. “alimentos mínimamente procesados”) dejando abierta la posibilidad de interpretaciones y descalificando el trabajo de la ciencia de los alimentos que ha sido fundamental en la mejora de la alimentación y acceso a la misma de la población.
  3. La gestión de entes de control como el ARCSA debiera tender a su especialización técnica-científica, en colaboración con el INEN.
  4. La politica pública, en el sector de alimentos, debe tender a la educación como premisa básica, lo cual debe redundar en la concientización sobre llevar estilos de vida con alimentación balanceada y actividad física regular. En cambio, en el sector de medicamente, tal política debiera enfocarse en la calidad de los medicamentos y su eficacia, antes que el precio de los mismos.
  5. La política pública para combatir la desnutrición infantil debe promover la lactancia materna por ser la mejor fuente de alimentos para los bebés por su contenido nutricional; pero no puede descuidar la educación en prácticas responsables de alimentación a esa población y de acceso a productos adecuados para tal efecto, como son los sucedáneos de leche materna.
  6. La necesidad de eliminar el sesgo persecutorio y sancionador del proyecto de Código, generando un régimen equilibrado y proporcional entre la falta, sus efectos y la gravedad de sus sanciones.
  7. La necesidad de replantear las premisas que llevaron a establecer condiciones y limitaciones injustificadas a la actividad de las empresas de medicina pre pagada, que ha ocasionado la drástica caída de esa actividad, poniéndola en condiciones de difícil susbsistencia.

Los legisladores se mostraron abiertos para lograr un cuerpo normativo acorde a las necesidades de la ciudadanía y del sector productivo del país y, de mantener espacios de diálogo que permtian ajustar la norma a favor de las necesidades del país.

Cabe mecionar que los asambleístas están abiertos a recibir cualquier tipo de recomendación, de los sectores que serían impactados por esta norma, que permita  generar mejores insumos para la construcción de este cuerpo legal.

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