Como parte de las actividades por el centenario de Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador y la Cámara de Industrias y Producción (CIP) realizaron una serie de actividades para incentivar la reflexión sobre el futuro del trabajo en el país.
Una de estas fue el foro “Futuro del trabajo, desafíos en el Ecuador”, en donde varios actores, públicos, privados y de la academia, compartieron su opinión sobre esta temática.
Roberto Villamil, especialista principal en Actividades de Empleadores de la OIT, explicó en detalle el Informe inicial para la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, documento elaborado por líderes a nivel mundial, como presidentes de naciones y funcionarios de alto nivel de organismos públicos y privados, con recomendaciones para promover el trabajo decente y el crecimiento de oportunidades en los próximos años.
Asimismo, se desarrolló un panel con la participación de Andrés Madero, ministro de Trabajo; Arnaud Peral, coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en Ecuador; Roberto Villamil, y Alejandra Chauvín, representante de los estudiantes de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
El ministro Madero resaltó la importancia del diálogo social para generar consensos en favor de toda la población. Mientras que Arnaud Peral añadió que: “El trabajador no siempre se ve como un recurso de capital humano. Tenemos que invertir en el único capital sostenible que tenemos como sociedad, que es el ser humano”. Por su parte, Roberto Villamil recalcó las recomendaciones de la OIT para generar crecimiento, igualdad y sostenibilidad para las futuras generaciones.
En esa misma línea, la estudiante Alejandra Chauvín señaló que el futuro depende de cada persona, que los jóvenes deben prepararse y capacitarse en distintas ramas y también hacer pasantías para tener más herramientas.
El foro terminó con el mensaje de Carla Muirragui, vicepresidenta ejecutiva, de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), que sostiene que el futuro del trabajo depende de todos: trabajadores, empresarios, gobiernos y academia; y de la unidad en un beneficio común.